En una noche electrizante en el Santiago Bernabéu, el Real Madrid logró su clasificación para la final de la Copa del Rey tras derrotar a una luchadora Real Sociedad que llevó el partido hasta la tercera prórroga del año. Con un gol de Antonio Rüdiger en los últimos minutos de la prórroga, los blancos aseguraron su pase a la final del torneo, donde se enfrentarán al vencedor de la semifinal entre Atlético de Madrid y Barcelona.
El encuentro comenzó con una Real Sociedad decidida a dar la sorpresa. Aunque el Madrid controlaba la posesión, el equipo de Imanol Alguacil se adelantó en el marcador con un gol de Ander Barrenetxea en el minuto 15, tras un centro de Kubo que dejó la pelota atrás de la defensa madridista. Sin embargo, el empate llegó rápidamente. Endrick, el brasileño que se ha destacado esta temporada, igualó el marcador en el minuto 29 con una gran definición.
Tras el empate, el partido se tornó más equilibrado, y el Real Madrid comenzó a dominar más el ritmo del juego, aunque sin encontrar claridad en el ataque. En el minuto 71, el equipo blanco se adelantó con un gol de David Alaba, pero la Real Sociedad no se rindió. Mikel Oyarzabal empató en el minuto 79, mientras que Bellingham devolvió la ventaja al Madrid dos minutos después. No obstante, Oyarzabal volvió a igualar para la Real Sociedad en los últimos minutos de tiempo reglamentario, llevando el encuentro a la prórroga.
En el tiempo extra, la Real Sociedad continuó luchando, pero el Real Madrid logró marcar el gol decisivo. Rüdiger, con un certero cabezazo en el minuto 114, selló la clasificación de su equipo a la final. A pesar de los esfuerzos de la Real Sociedad, el equipo de Ancelotti se mostró más efectivo en los momentos cruciales, y el Bernabéu vivió una nueva noche de tensión, emoción y locura, que terminó con el Real Madrid celebrando su pase a la final de la Copa del Rey.
El Madrid espera ahora al vencedor del partido entre Atlético de Madrid y Barcelona para conocer a su rival en la final que se disputará el 26 de abril en La Cartuja de Sevilla.
El Real Madrid ha vuelto a demostrar su capacidad para brillar en momentos de máxima tensión, reafirmándose como lÃder en la locura del fútbol. Con una intensidad imparable y un nivel de juego que no da margen para la duda, el equipo blanco continúa dominando, manteniendo su estatus de favorito en las competiciones más importantes.
En cada partido, el Real Madrid mantiene su sello caracterÃstico: un rendimiento espectacular bajo presión, una agresividad constante y una búsqueda incansable del gol. Este estilo de juego, que ha emocionado a los aficionados y dejado sin aliento a sus rivales, refleja la grandeza de un club acostumbrado a la gloria. Con una mezcla de juventud y experiencia, el equipo merengue sigue demostrando por qué es uno de los más grandes de la historia del fútbol mundial.
